El descubrimiento de América

21.04.2023

Los viajes del navegante genovés Cristóbal Colón, que resultaron en el descubrimiento de un nuevo continente, tuvieron un gran impacto no solo para la corona de Castilla, sino para toda Europa. La mentalidad europea cambió considerablemente, ya que encontraron a su disposición un nuevo continente sin explorar, miles de kilómetros de costa en dos océanos, mares interiores, golfos, bahías, atolones, archipiélagos, islas de todas las formas y tamaños, altas cordilleras, volcanes, selvas impenetrables, desolados desiertos, altiplanos que tocan el cielo, bosques infinitos, glaciares, ríos anchos y caudalosos e intransitables senderos. América era algo más que el nuevo mundo, era un mundo en sí mismo. El descubrimiento y posterior conquista del continente americano marcó el inicio de una nueva época: la Edad Moderna. Nuestros ancestros tuvieron la suerte de ser los primeros en encontrarse con este nuevo continente, pero pronto el resto de los países europeos pusieron sus ojos en el nuevo mundo, y miles de colonos se dirigieron a esta nueva tierra para huir de la pobreza e intentar enriquecerse. Todo esto se debe a la labor de un solo hombre, un hombre que tuvo el coraje de adentrarse en un océano desconocido para cumplir su sueño: llegar a Oriente navegando hacia Occidente. Ese hombre es el famoso y reconocido navegante genovés Cristóbal Colón.

En este artículo voy a hablar sobre el descubrimiento de América, de la biografía de su descubridor, de las razones de su viaje, su desarrollo y las consecuencias del mismo.

CAUSAS DEL VIAJE Y CONTEXTO HISTÓRICO

Tras la caída de Constantinopla en 1453 y el fin del imperio bizantino, los mercaderes europeos vieron sus rutas comerciales cortadas. Estas rutas eran esenciales para Europa, ya que era la única forma de conseguir las tan codiciadas especias que permitían dar sabor a la comida y conservarla durante mucho más tiempo, como la nuez moscada, el clavo, el jengibre, la canela, la pimienta.... Además, la mayoría de las especias tenían usos medicinales, muy útiles en esta época, ya que se conocía muy poco sobre la medicina. Aparte de especias también se importaban otros productos de lujo provenientes de la India como la seda, pieles exóticas, perfumes, frutas y verduras desconocidas en Europa, piedras preciosas... Estos productos se cambiaban por espejos, campanas, relicarios y otras baratijas que asombrasen a los nativos.

Pese a que Constantinopla cayese en manos otomanas, las rutas no se cerraron por completo, simplemente, el imperio otomano tuvo un monopolio sobre el comercio de especias, ya que solo les otorgaba permisos a muy pocos comerciantes europeos para poder comerciar con la India por la ruta terrestre. El problema, es que se redujo considerablemente la cantidad de comerciantes, la mayoría de ellos procedían de las repúblicas comerciales de Génova y Venecia, lo que solo aumentó el monopolio sobre el comercio de especias. Además, cuando estas potencias entraban en guerra con el imperio otomano, cosa que ocurrió varias veces, se cancelaba por completo el comercio. El continuo monopolio otomano, la falta de varios mercaderes en el mercado de las especias, las abusivas tasas que se añadían por cada intermediario de la cadena de producción y los desproporcionados precios que imponían los mercaderes europeos, hizo que los precios de los productos de lujo provenientes de oriente incrementasen considerablemente, hasta tal punto que ya no era posible comprarlos.

Debido a la imposibilidad de mantener el modelo actual, las naciones europeas prefirieron tratar directamente con los productores de especias, para conseguir el máximo beneficio, y empezaron a buscar otras rutas hacia las indias orientales. De todas ellas, los que más éxito tuvieron fueron los portugueses. El reino de Portugal, con Enrique el Navegante a la cabeza, empezó una era de exploración sin precedentes gracias a los avances tecnológicos en la navegación y el ímpetu de los navegantes portugueses. Comenzaron la exploración del Atlántico y la costa de África, y sus primeros logros fueron el descubrimiento y la posterior colonización de las islas Azores. Tras estos descubrimientos iniciales, se aumentó el interés de los monarcas europeos por encontrar una ruta a la India a través de África, y los monarcas portugueses vieron una posibilidad de generar grandes beneficios si encontraban una ruta a las especias, por lo que utilizaron la técnica de navegación de cabotaje, que se basaba en navegar todo el rato pegado a la costa. Con esta técnica de navegación, mucho más segura, pudieron navegar grandes distancias y consiguieron llegar al cabo de Buena Esperanza (Sudáfrica), en 1488, a manos del navegante portugués Bartolomé Díaz, el cual encontró una ruta al océano Índico, confirmando así la teoría de los exploradores portugueses.

En 1498, 10 años después, el navegante Vasco de Gama utilizaría la misma ruta para, después, continuar y llegar hasta Goa, una ciudad de la India, encontrando una nueva ruta por la que comerciar con especias sin la necesidad de pasar por el imperio otomano. Gracias a esto, el reino de Portugal tuvo un control total sobre la costa africana, el océano Índico y un monopolio en el comercio de especias, mediante el cual podría sacar grandes beneficios.

Para garantizar la paz con la otra gran potencia marítima de la región, el reino de Castilla, y así acabar con cualquier disputa territorial que surgiese por los descubrimientos en África y la búsqueda de otras rutas comerciales, los reyes de Portugal firmaron el tratado de Alcazobas. En este tratado se entregaban todos los territorios descubiertos o por descubrir en África al reino de Portugal, a excepción de las islas Canarias. Además, se permitía a los comerciantes castellanos ir a la rica región de Guinea para comerciar y conseguir oro y esclavos, pero a cambio, tenían que entregar un quinto de sus ganancias al reino de Portugal (Quinto Real). Con este tratado, Portugal consiguió tener la totalidad de los territorios africanos y el monopolio de la ruta a la India circunnavegando África. Más adelante, cuando se descubrió el territorio americano se firmó otro tratado, el tratado de Tordesillas, que actualizó la situación territorial de los dos reinos marcando dos líneas divisorias que dividieron la tierra en dos, una parte para Portugal y otra para Castilla.

¿FUE COLÓN EL PRIMERO EN DESCUBRIR AMÉRICA

Antes de responder a esta pregunta hay que responder a otra aún más importante: ¿Se puede hablar de descubrimiento? Pues sí, porque pese a que en América ya viviesen miles de personas y hubiese grandes civilizaciones, el hecho de descubrir es dar a conocer al resto del mundo, y eso es justo lo que Colón hizo, ya que fue el primer europeo en llegar a América y volver para contarlo, abriendo así un canal de comunicación que permitiría establecer unas relaciones permanentes entre los dos continentes. Además, al volver a Europa, Colón promocionó su descubrimiento y organizó nuevas expediciones por lo que, sin duda, fue un intrépido aventurero que decidió arriesgarse en busca de lo desconocido.

Sin embargo, si nos preguntamos si Colón fue el primer extranjero en llegar al continente americano, la respuesta es no. Otras fuentes, acertadamente señalan que, muchos otros navegantes abrían conseguido alcanzar el continente americano utilizando otras rutas diferentes a las que Colón usaría en sus viajes. De todos estos posibles descubridores, el viaje del vikingo Erik el Rojo es el único que ha podido ser confirmado. Fue exiliado de Noruega a Islandia, y decidió embarcarse con su familia, algunos compañeros y sus sirvientes para navegar hacia el oeste, hasta que encontró la isla de Groenlandia, donde fundó su propia colonia. Otros navegantes habían intentado formar una colonia allí, pero perecieron, y solo Erik fue capaz de crear una colonia estable. En torno al año 1000, su hijo Leif Eriksonn, imitando a su padre, navegó hacia el oeste, esta vez no encontró una isla helada, sino una tierra más cálida y arable, a la que llamó Vinland o tierra de los viñedos, probablemente esta tierra sería la isla de Terranova en el actual Canadá. Esto se ha podido confirmar gracias a los restos arqueológicos de un poblado de estilo nórdico, conocido como L'anse aux Meadows (La ensenada de las medusas). El problema que tuvo el asentamiento nórdico es que no consiguieron establecer relaciones pacíficas con los nativos de la zona, por lo que en los primeros inviernos tuvieron que robar comida a los indígenas, y estas relaciones enemistadas, acabarían destruyendo la aldea. La corta duración del asentamiento impidió la promoción del descubrimiento, por lo que con el tiempo nunca se supo nada de él.

La hipótesis de un descubrimiento nórdico del continente americano es la única que ha podido ser confirmada con información contrastada, sin embargo, hay muchos más mitos sobre expediciones que encontraron un nuevo continente.

DMP

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